miércoles, 25 de mayo de 2011

Desde los orígenes del hombre, el progreso de las sociedades ha estado vinculado con el descubrimiento y aplicación de técnicas que potencien las capacidades humanas, tanto en aspectos físicos como intelectuales.
En sus orígenes los medios de comunicación han ido evolucionando hasta nuestros días:

Ø  Comunicación oral: sonidos, señales, fabulas, etc.
Ø  Comunicación escrita: pinturas rupestres, pictogramas, imprenta, etc.
Ø  Comunicación electromecánicos: fonógrafo, radio, etc.
Ø  Comunicación visual: imágenes, fotografía, televisión.
Ø  Comunicación electrónica: PC, plataforma, telemática, etc.
Ø  Comunicación en redes: comunidades virtuales,  plataformas educativas..

La estructura de las economías y de las sociedades mismas se caracteriza por el grado de desarrollo científico-técnico, en una estrecha relación de naturaleza claramente circular: a medida que la sociedad evoluciona y aumenta su nivel de conocimientos, su tecnología se hace más sofisticada, la capacidad para formalizar y transmitir conocimientos es la capacidad para formalizar y transferir conocimientos es más eficiente hoy los tiempos de incorporación de las innovaciones se acortan, generando estructuras y relaciones de complejidad creciente.
Las tecnologías de la información y la comunicación juegan hoy el mismo papel que en su día desempeñaron la imprenta o la máquina de vapor; una innovación esencial que modifica el tipo de sociedad en la que vivimos. Si la revolución industrial se baso en la inversión de capital en fábricas y maquinaria, la nueva revolución del conocimiento se focaliza en el capital intelectual y la creatividad de las personas, haciendo realidad una sociedad global del conocimiento.
El aumento del tamaño de las colectividades influye en los procesos de innovación, ya que facilita los intercambios intelectuales, pero los avances en las tecnologías de la información y la comunicación permiten generar amplias comunidades virtuales que pueden compartir ideas de forma casi instantánea, sin que la presencia física sea estrictamente necesaria. La separación entre los ámbitos locales, regionales y globales se difumina y evoluciona hacia una sociedad “global” donde se competirá globalmente, aunque se viva en pequeños entornos.
Las tecnologías de la información están cambiando nuestros trabajos y nuestras vidas y el sistema educativo debe adaptarse para poder cumplir su misión  esencial, preparar a los individuos para el trabajo y para la vida. En particular, el sistema educativo debe preparar también para una de las tareas que serán esenciales en los años futuros, la capacidad de convertir la “materia prima” información en el “producto” conocimiento.